"Los odios y resentimientos son anclas super fuertes que con el paso del tiempo van creciendo y fortaleciéndose mas. No permiten tu libre navegación por el océano de la vida. Tiñen tu visión, hacen que todo lo veas a través de ellos, oscureciendo constantemente toda alegría, haciendo que, con tus acciones, destruyas lo que mas amas o a quienes mas te aman, para luego culparlos y alejarlos de ti. Por supuesto, luego sentirás odios y resentimientos también hacia ellos, acrecentarás tu auto-compasión y continuará tu desesperante círculo vicioso.
Si buscas con sinceridad qué es lo debes aprender de lo que te sucedió, veras que aquellos a quienes acusaste en su momento fueron realmente tus maestros. Observarás que estás gastando tu energía en asuntos del pasado que ya están muertos y sepultados, y que construiste las rejas de la prisión del hermoso presente que estás dejando pasar a tu lado sin pena ni gloria; o peor aún, lo estás tiñendo con el color de la angustia de tu pasado.
Hay un Eterno Presente, un Hoy; y mañana también será hoy, y así sucesivamente.
Perdona todo con todas las fuerzas de tu corazón y quítate de una vez los grilletes que te pusiste y que no te permiten disfrutar lo hermoso de la vida. Claro, seguramente ni siquiera te diste cuenta de la belleza que disfrazaste de mounstro con tus anteojos de dolor, pero sólo tienes que quitártelos y eso depende de tu entendimiento del caso y de tu Buena Voluntad. Perdón y olvido van de la mano, el uno no puede ser sin el otro.
Observa a los niños, ellos se pelean y mañana están jugando nuevamente juntos; ellos saben ser felices, no conocen el odio ni los rencores. Despierta al niño que está en tu corazón y aprende de él el camino de la libertad y la felicidad. Perdona a todo el que necesite tu perdón y perdónate a ti mismo por empañar los cristales con que miraste tu vida, y a partir de hoy: Vuelve a Empezar."
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