The past is a foreign country. They do things differently there.

jueves, diciembre 20

Adiós Mundo Cruel


El día mas temido por unos y más esperado por otros ya llegó, ya está aquí. Señores y señoras, en cuestión de una pizca de horas sabremos realmente qué pasa con la fecha más comentada de los últimos tiempos (sean o no sean, irónicamente, los últimos tiempos).

¿Qué decir que no se haya comentado ya hasta la atonía...? Los mayas y su calendario bajo la lupa; el maratón de películas sobre catástrofes naturales que nos hacen pensar en un Planeta Tierra muy enojado con nosotros; las teorías del pensamiento New Age que vaticinan un salto dimensional whatever that means; que si planetas destructores, agujeros negros, bandas de fotones o hasta el mismísimo Sr. Sol, nos tienen sentenciados. Uff. Antes de dejarnos llevar por el pánico, hagamos una pausa. Respiremos hondo. A ver, más allá de hipótesis y argumentos a favor o en contra de lo que sea, ¿por qué chingados creemos que el mundo se va a acabar? Quiero decir, ¿por qué tanta algarabía alrededor de una fecha?. ¿Es tan siquiera racional pensar que pueda pronosticarse con precisión cuándo acabará algo que no se sabe bien a bien cuándo comenzó?. Sin ir más pa'llá y meter en el tema los pronósticos imprecisos del hombre del tiempo (que la mayoría de las veces no acierta ni de una día para el otro), niños y niñas: el futuro es incierto. Y quién manifieste lo contrario, dice mentiras.

Así llego a la conclusión de que creer que el mundo pueda tener fecha de caducidad es una necesidad. Necesitamos apostar por un fin del mundo porque estamos hasta la mismísima madre de tanta mierda. Soñamos con un feliz día en que un meteorito termine con el hambre, con la guerra y con los reality shows. Que el Sol acabe con los bancos, los políticos y los noticieros. Una fecha de vencimiento en que una fuerza mágica me haga ver todo con claridad y me aleje del dolor para siempre. Un día en que por fin pueda rendirme porque no me quede de otra. Un día en que finalmente deje de luchar... Peeero... El futuro es in.cier.to, compañeros.  En el mar de infinitas posibilidades todo es factible, pero lo más probable es que no exista tal fecha any time soon.

De cualquier forma, a cualquiera que tenga algo de kilometraje se le ha acabado el mundo alguna que otra vez. Te cuento lo que ya sabes: en un suspiro entras en shock y observas cómo tu mundo es destruido por un asteroide errante. Ni lo viste venir. Esos acontecimientos tan contundentes que marcan ánteses y despueses en tu vida son repentinos e impredecibles. Eso es parte de la magia. No saber qué va a pasar ni cuándo es lo que nos hace avanzar.

Seguro que sabes cómo se siente el fin del mundo, sabes del dolor de ver derrumbarse algo que te costó tanto construir y de la desesperanza de no ver ni una luz que te indique y ahora qué; pero lo cierto es que todos somos supervivientes de mundos que han tenido que morir para llenarnos de experiencias que enriquecen hoy nuestros nuevos mundos. 

El Fin del Mundo es una alegoría, pero tenemos a la mano un deadline que puede servir de excusa para terminar con un mundo cruel voluntaria y conscientemente.  Solo hay que despertar, poner atención y dejarse de nimiedades.  Feliz Nuevo Mundo.

http://www.flickr.com/photos/gsfc/4542423536/in/photostream

sábado, mayo 5

Dónde están los colores que faltan?

Volver al hogar materno siempre da la oportunidad de revisar el pasado. Bueno, normalmente todos andamos dándole vueltas al ayer cada día, pero en el lugar de los hechos, en ese lugar en que si las paredes hablaran uy-uy-uy, ahí el pasado está mas presente (what?).

Me he propuesto, en las tres semanitas que andaré por acá en México, poner en orden las evidencias materiales de mi pasado mas pasado, es decir, echarme un clavado entre la montaña de cajas que contienen mis vergüenzas de ropa añeja, miles de papeles (aburridos, como estados de cuenta y estupideces del estilo; e interesantes, como cartitas y fotos que a veces dan pena ajena [y propia también]), y tesoros por descubrir.

Hoy me atreví a entrar al cuarto donde subsiste el monstruo del pasado. Lo vi y me eché a correr, pero en la huida me tropecé con una caja envuelta en papel de estrellas. La agarré y cerré la puerta tras de mí. El pasado siempre puede esperar, no se va a ninguna parte. Puse música de acompañamiento, me traje mis galletas corta venas y abrí la caja empapelada. Ahí encontré un sobre que pone: Para Andrea. Lo raro es que es mi letra y no recuerdo haberme escrito ninguna carta (aunque es algo que la Andrea de pasado sí hubiera podido hacer). 'Sí, en el remitente pone Andrea. A ver qué hay por aquí...' Abro el sobre y la carta, fechada en el 2007, dice así:

"Estos días aprendí que no eres tan mala como tu crees, que tienes mucho que dar y que si te lo guardas privas a los demás de un proceso de crecimiento y desarrollo personal. También me di cuenta que puedes recibir cariño de personas que no son tan cercanas a ti y que se siente bonito que te acaricien, sólo tienes que olvidar tus prejuicios, tu vergüenza y demás barreras y dejarte fluir. No bloquees más tus sentimientos y emociones, porque ellos son los que te hacen sentir viva. Sí, aunque a veces duela. Escucha a los demás. Date la oportunidad de conocer, porque todos tenemos algo que aportar y puedes aprender a través de las experiencias de otros. Todos los seres humanos tienen valor, millones de matices que pueden dar a tu vida los colores que le faltan. Quiérete y déjate querer, acaricia y déjate acariciar. Da amor incondicional y recíbelo con confianza. Transmite la información que tienes, cambia tu vida y la de los que te rodean, deja fluir los sentimientos y las emociones, porque todo lo positivo regresará a ti. No juzgues a los demás, haz tu mayor esfuerzo por comprenderlos y aceptarlos. Habla con la verdad, sincérate y se libre. Habla de lo que sientes y busca un equilibrio. Aprende a dar y a recibir con amor y desinterés. Ámate, respétate y admírate mucho para que eso recibas de tu entorno. No trates de controlar a las personas, confía en el proceso de cada quién y enfréntate a la vida con huevos. Abraza mucho, besa mucho y acaricia mucho. Tu tienes el coraje."

Amen. El pasado guarda sorpresas para el hoy. Sólo hay que enfrentarse al mounstruo. Sí, con muchos huevos.

-- Desde Armoise iPimpad