The past is a foreign country. They do things differently there.
miércoles, julio 30
Artemisa Pimpante (o la alegre viajera) parte dos
martes, julio 29
Variaciones de un error de julio
Pues con la novedad de que, en teoría, soy la encargada del Baba Cool. Ahora, además de trabajar mucho, me toca ordenar un poco (ordenar de poner orden y de dar ordenes también) (con lo que me gusta a mí dar ordenes y ordenar!!!!) (sí, soy como Mónica de Friends, tal cual). Por lo cual cambia mi horario (otra vez. Ya van tres…) y ahora me toca trabajar todos los días de cinco al cierre. Tengo mis propias llaves del local y buena idea de cómo funciona todo. No es que tenga poder de ninguna manera, porque el mero mero sigue siendo Pau… digamos que yo me veo como su número dos. Su ayudante. Hasta me consultan para contratar a nuevas personas, y yo les tengo que enseñar… jeje, qué tal? Con mi gran experiencia en la materia, ja. Ahora, puedo asegurarles que no he probado mejor piña colada que la que hago yo, y el domingo probé por primera vez un mojito hecho (con amor) por mis manos (hinchadas) y la verdad es que me quedó bastante bien (el mejor que he probado fue uno de guayaba en Madrid, en un lugar que se llama La Tarasca… muy cabrón…). En teoría ya no me tocaría hacer el trabajo más pesado, pero creo que se predica con el ejemplo y la verdad es que me costaría no hacer de todo. Me terminaría aburriendo. Lo que sí, es que me voy a tomar todo con un poco más de clama porque de verdad que no aguanto... Ahora se me hinchan las manos como guantes de Mickey Mouse. Mis pies van mejor desde que decidí dejar de usar chanclas para trabajar (necesito estar con mis plantillas todo el tiempo).
Extrañé demasiado durante el fin de semana. El domingo se estrenó en México la obra que dejé para venir a la aventura. Cómo hubiera querido estar ahí sentada con todos para ver a Arturo y a Maru en el escenario. Para reírme mucho y tal vez llorar… (la vida apesta) la vida es nuestra (o no se cómo quedó al final) y nos toca decidir. Se puede tener todo, sólo que no al mismo tiempo. Yo decidí. Y aquí estoy, tomando el fresco (del ventilador) en mi cuarto, con la ventana abierta que da al interior del edificio, por donde me llegan todos los olores de cocina. Huele a gambas, a sofrito… Y se me abre el apetito. Voy a hacerme unas quesadillas con chipotle (del puro coraje). Compré ayer ;)
viernes, julio 25
Artemisa Pimpante (o la alegre viajera)
つづく
lunes, julio 21
Sin perdón
Corazón estrellado
sábado, julio 19
En Luna roja
Comentaba en otro post que entregamos la cuenta siempre en libros antiguos. Yo, para hacer más interesantes el ejercicio (y complicarme un poco la existencia… un poco más), miro la mesa a la que llevo la cuenta y escojo un libro que me “vibre” para la gente que está ahí sentada. Casi siempre reconocen el título y me hacen algún comentario al respecto, pero hoy sucedió algo curioso. Un hombre muy serio al que le llevé la cuenta en un libro que se llama Amiel (en esta ocasión, el primero que se me atravesó), me preguntó (muy serio) si lo había leído. Apenada le contesté que no y me disculpé. Me dijo (muy serio): “es un ensayo sobre la timidez, sobre los tímidos superiores. Deberías leerlo…”… Me quedé estupefacta (y él muy serio). Sólo contesté: “Si… gracias… perdón... con permiso…”, y fui directo a guardar el libro a mi mochila (aja, me lo robé…). La timidez fue siempre una característica muy mía, o por lo menos así lo consideraba (fue cambiando casi sin darme cuenta), y como voy por la vida viendo (o queriendo ver) señales, pues no puedo dejar de leerlo… a ver qué me quiere comunicar el (la o lo) que me habló a través del hombre reservado de la mesa diez... que tal que va ayudandome a encontrar las baldosas amarillas a mi ciudad verde.
jueves, julio 17
Catalina llena
miércoles, julio 16
A dos metros de altura...
Entre las cosas bizarras que suceden en mi vida (Dios mío, qué vida tan bizarra he tenido ) pasa que cada miércoles viene Mary ("Meri" pa' los cuates) a limpiar el departamento. Meri es argentina (pa' variar) y es un amor (pa' variar). Cómo será de sabio el Universo que Meri es Master Reki y todo lo parecido a eso vamos, Iluminati hasta allá. Me dijo que hasta había limpiado energéticamente mi cuarto cuando yo llegué, ja. Hoy nos echamos una buena plática sobre la información que tenemos en común y ya quedamos que la próxima semana me dará Reiki. Qué emoción!
Coincidencias o sincronías qué importa ! finalmente existen incidentes que salpimientan (bendito sea el Universo) cada día, si lo sabemos ver así.
martes, julio 15
Procesando el pasado
Finalmente sucedió lo que me temía: me soplé Indiana Jones doblada al castellano. La verdad es que no dolió tanto como pensaba. Me brincó un poco al principio (la verdad es que me daba risa… logré disimular comiendo palomitas), pero pasados los primeros quince minutos me acostumbré. Me re-en-can-tó... no hay más que decir. Con los miles de peros que pueda tener… aunque hubiera disfrutado mucho escuchar a Cate Blanchett hablar con acento ruso y no el doblaje españolado de acento que no sonaba a ningún lado.
Bueno… intentaré dormir y soñar bonito ahora. Adeu.
lunes, julio 14
Hurto playero (o cero y van dos)
De regreso a casa, una niña (niña de 22) rumana muy asombrada me preguntaba cómo había podido dejar México si ahí está Televisa... y además vive Thalia (si supiera que no vive en México...). Cuando le dije que yo era actriz y cantante abrió los ojos muy grandes y me dijo que estaba loca por haberme ido. Le expliqué un poco la historia y al final concluyó: -Eres muy valiosa- … o sea: -Eres muy valiente-, por cruzar el océano y dejar todo. Cuando le dije que tenía treinta años ya no le parecí tan valiente, jejeje… pensaba que tenía su edad más o menos, ja… bendita sea.
Estoy leyendo un libro que se llama “Buda”, de Deepak Chopra. Muy interesante, me ha hecho reflexionar muchas cosas. Hoy me quedó muy grabada una frase que decía: “Pensar no te va a liberar”, refiriéndose a la iluminación… o sea que no es el pensamiento, lo que aprenda, o darle mil vueltas a la vida y buscar y luchar y reflexionar lo que me llevará a sea lo que sea que esté buscando. Necesito relajarme en todos sentidos y entender que el sufrimiento es parte de la existencia y nunca va a desparecer. La única forma de vencerlo es la indiferencia… perderle el miedo al sufrimiento… bueno, creo que realmente ese es el camino para vencer cualquier cosa.
Pues así termina una semana más de trabajo. Mañana es mi sábado y dormiré hasta que no pueda más… o los vecinos empiecen con su escándalo matutino (que, por desgracia, suele ser bastante temprano…). Dejo besos y abrazos posteados para repartirlos entre todos. Mua mua mua.
sábado, julio 12
Rutina de viernes
Mi pelo, feliz de estar en la playa, anda de un humor casi insoportable. Se riza y se esponja de alegría… ya no se qué hacer, de verdad. Y el fleco… ¡ay! el fleco… imposible alaciarlo ya… parezco emo… a mi edad… El paliacate regresó por unos días, pero estaba totalmente fuera de onda… últimamente lo he dejado andar a su aire… feliz, saludando a todo el mundo jubilosamente. Acepto sugerencias. Mando besos.
lunes, julio 7
Anna y su amante, el mar
Anna llevaba toda la tarde sentada en el mismo lugar. Miraba las olas sin permitir que nada distrajera a sus ojos del azul y del verde, del turquesa que juntos formaban, y del blanco que con su bordado vestía la arena. Un vaso corto (las copas se rompieron todas) de vino tinto constante en su mano besaba sus labios pausadamente mientras las dudas se amontonaban en sus ojos del color de su amante. El tiempo corría lentamente en la playa vacía, techada de nubes que, conmovidas, a penas contenían las lágrimas.
Yo sólo observada el cuadro, esperando que las doce llegaran sin mas demora para tomar el N8 (el Nitbus que me lleva al depa de Pau cuando el metro ya se fue a dormir).
Estaba agachada lavando vasos en la pica (fregadero, lavadero, o como “queráis” [quieran es demasiado formal aquí] llamarle) cuando sin previo aviso tenía a Anna sentada frente a la barra dispuesta (supuse) a pagar. No le salían las palabras, sólo sonreía y miraba con ojos de agua al mar. Pensé que tal vez no hablaba español y le pregunté con señas en espalenglish si quería tomar algo más o había tenido suficiente vino para esa tarde de contemplación marina… sólo contestó: “es hegrmoso el magr…”.
De ahí, no se cómo, me puse a hablar y a filosofar de la vida, haciendo uso de todos mis recursos ideológicos, de mi aprendizaje y desaprendizaje del diario vivir y desvivir. Hablé del México de mis amores. Con un optimismo que no me caracteriza, trataba de frenar sus lágrimas amenazantes que gritaban la añoranza por la vida y la Alemania que dejó atrás hacía diez semanas. Acostumbrada a una vida de lujo, llegó con unas expectativas como una torre altísima a una Barcelona que, irrespetuosa por sus costumbres, se le reveló hippie y desordenada. Quería vivir en la playa, cerca de su amante. Siempre España la llamó y Barcelona se considera actualmente la ciudad más Europea de la península (no se qué carajo significa eso, si todas las ciudades europeas son igualmente europeas porque están en Europa, no?). Parecía la mejor opción, pero…
Lo cierto es que me di cuenta de que todos buscamos lo mismo y nos comportamos igual ante la novedad, no importa la edad, la raza o las costumbres. Esperamos tanto y hacemos una imagen tan real (idealizada mas bien) de nuestro deseo que al darnos cuenta de que era meramente ficción caemos en un shock que nos hunde en la desesperación y la ansiedad de recuperar lo sacrificado por esa ficción que creamos y que no sabe tan bien como esperamos que sabría. Pero… gracias al tiempo (y a Dios), todo es pasajero, y necesariamente llega el momento en que nuestras expectativas bajan a un plano real y la existencia se endulza con los detalles (que siempre, siempre, siempre son lo más importante)… y con amor (all you need is love), no amor de alguien o por alguien, sino llanamente amor (ese que simplemente “es”), la realidad se convierte en justo lo que no sabías que querías pero que es perfecta tal y como es. Y te sientes feliz con las cosas como son. Y puedes soñar más. Y el próximo shock no será tan doloroso, porque el cascarón del huevo ya se habrá roto por los pequeños golpes y sólo quedarás tú, sin el cascarón que te recluía y no te dejaba ver lo hermoso que hay afuera… así que al recibir golpecitos que amenazaban el mundo de adentro, necesariamente dolía. El dolor también es pasajero.
Cerré el Baba Cool (a las 12 como era mi obligación) y me quedé con Anna viendo al mar (su amante, no mío). El resplandor de la ciudad a nuestras espaldas permitía percibir apenas los verdes, azules y blancos que empapaban la orilla, más adelante: negros (no personas, colores). Al final, Anna se fue con una sonrisa no de esperanza, sino de algo más parecido a la fe (que todavía no acabo de entender bien lo qué es)… (la fe)… (bueno, y la sonrisa tampoco). Yo también me fui con la misma sonrisa… porque todo lo que hablé fue un engaño: no eran para ella mis palabras, sino para mí, pero sólo lo entendí hasta después… aunque ya había tenido esa sonrisa… lo que me hace pensar (muy complicado todo esto…) que hay dos que viven en mí: A, que siempre sabe y B, que se siempre se entera al final de todo. Confío en que A es sabia (o sabio) y quien elige el camino porque ya sabe lo que va a suceder, lo perfecto. Confío en que B tiene los oídos bien abiertos y los ojos igual.
Pero lo más asombroso que Anna me reveló fue que en Alemania el sol es mujer y la luna es hombre… nunca imaginé algo semejante.
viernes, julio 4
Así es el Baba Cool
Muy bien... acá hay unas fotos para que conozcan dónde trabajo:
Esta es la terraza. Justo en la playa. Por ahí ando corriendo con la charola llena en una mano y libros en otra (es en libros viejitos en donde se entrega la cuenta, en lugar de canastita o cualquier otra cosa). No se si alcanzan a ver las farolitas en las mesas con velitas que le dan un toque muy romántico a la noche playera.
Este es el local por dentro. Al fondo hay unas hamacas individuales, las ven? La verdad es que poca gente suele estar adentro, obvio es más lindo estar en la terraza viendo el mar.
Los colores imposibles de Barcelona
jueves, julio 3
Sin título
Tuve dos días de fiesta (así le dicen acá a los días descanso), martes y miércoles. El martes fui a Sitges, un pueblito muy cerca de Barcelona, todo blanco, lleno de tiendas bonitas y con una playa tranquila, de arena muy finita. Harto ambiente gesh. Estuve con Pau y una amiga suya, Angels (no estoy segura de que así se escriba, pero se pronuncia “Anyals” (catalán)) tomando el sol hasta que me puse bien tostada y tuve que esconderme debajo de la sombrilla (multicolor, by the way). El día se nos fue en eso y terminé agotada del sol. El miércoles (ayer), estuvimos sacando todos los triques que tenía Pau arrumbados en el que ahora es mi cuarto. Ya tiene mejor pinta. Ya tengo un espacio para mí. Ya saqué mis cosas de la maleta y puse incienso. Ya empieza a tener un olor más familiar. No es mi capilla, pero con las mejoras que vamos a hacerle, estoy segura de que va a quedar “molt bé” (muy bien, pues).
Ando muy reflexiva y filosófica… bueno, creo que siempre he sido así, pero como ahora hay menos variables, es decir, no tengo con quien platicar de mis cosas, cada pensamiento me lo voy guardando y lo voy rumiando (ajá, como vaca) una y otra vez. Y así me van cayendo veintes, cincuentas y euros. Me va quedando claro que mientras más variables, mas complicada es la ecuación… y más difícil todavía si las variables que no son la propia suelen tener más valor (que la propia). Se que llegará un momento en que pueda manejar todas las variables sin mayor conflicto, de forma inteligente y equilibrada, dándole a cada una su justo valor.
Me he dado cuenta también de que me gusta entregar todo, por más fugaz que sea la experiencia. Prefiero que me duela una vez que termina, que no sentir nada… que vivirlo superficialmente. Soy una intensa, ya lo se… pero me gusta pensar que mi vida ha sido así, super intensa. Que siempre he hecho todo con el corazón, y que si ha habido quien lo haya valorado y quien se haya aprovechado… al final no importa, porque la forma en que he vivido ha sido decisión mía. Es parte de mi personalidad melodramática. Viva la sobreactuación!!! Qué rico es reír fuerte, llorar fuerte, amar fuerte, agradecer fuerte, trabajar fuerte… Y si alguien me juzga inmadura… que agarre el volante de su coche porque va a chocar.
martes, julio 1
Fin de la inercia
La soledad me obliga a mirar hacia adentro y levantar los muebles para limpiar a fondo, no sólo por dónde se ve. Encuentro frases ensayadas, pensamientos repetitivos que me esforzaba por creer pero que realmente no comprendía… lo peor del caso es que mientras más conozco más desconozco… mientras más me veo menos me reconozco. Me he dado a la tarea de inventar una nueva persona para ser mí misma… no se bien como hacerlo… creo que lo primero que voy a intentar es dejar de verme en el espejo para olvidarme de “mí” o de quien creo que es “mí”… y es que estoy tan acostumbrada a verme a través de lo que comparo con los que no son “mí”, que en algún momento me perdí… y necesito encontrarme… verme con nuevos ojos, quitar las capas de la cebolla… limpiar debajo de los muebles… o más bien quitar los muebles… y quitar las marcas que dejaron los muebles después de tantos años… ¿Cómo me veré sin muebles?... quizás quede mucho espacio libre para remodelar y pintar todo de blanco… y tirar paredes y hacer puras ventanas, y poner cortinas blancas de nubes para que Quetzacoatl no lastime los ojos por la mañana.
Regreso cansada de sol y llena de rayos de luna por la noche a descansar. Finalmente tengo un colchón para mi sola, en un cuarto grande del departamento de Pau. Pau (en catalán, Pablo en español (pero en español no le gusta)) es mi… mmm… jota-e-efe-e… pero no le digan que le dije así porque me corre. Tenemos muchas cosas en común… terminamos cerrando el bar por las noches cantando Rent, je. Me consiente y me procura. Quién diría hace poco mas de una semana que iba a terminar viviendo con mi jefe y su perro (Fox, muy parecido a mi Banamex… con una cara de bueno…)?... está muy loco cómo cambia todo, de verdad.
En el bar todo bien. Entró también Fermín a trabajar al Baba Cool y lo pasamos bien, sólo que yo me histerizo bastante y él siempre trata de hacerme ver que las cosas pueden ser más relajadas… claro que tiene razón. Ya se manejar la cafetera, y ayer hasta una señora me dijo que cada vez que vaya al bar me va a pedir el café a mí porque me queda muy bueno, ja.
Me duermo ya… ardua tarea escribir en estas condiciones, pero quería pasar a saludar :)
Adeu (en catalán, “bay” en mexicano).