En días como hoy yo adoptaría mi filosofía de que habría que tomarse todo el alcohol del Baba Cool para que no se haga rancio. El verano quiere despedirse y los días van nublados a la mitad, por lo que el tráfico en la playa va disminuyendo. Hay que volverse ingenioso para no aburrirse después de haber agotado las tareas realizables durante el día (limpiar muebles, ordenar botellas, rellenar neveras.. blah, blah, blah).
Terminamos el día hablando de la energía que hay en todo, Suso (el arquitecto), Ania (la bióloga) y yo (la… mercadóloga, cantante, actriz…), cada uno defiendienzo su punto de vista desde su propia perspectiva. Con dos mojitos encima, me deshacía en conceptos que ni sobria podría explicar, no por venderle a nadie mis creencias, sino por clarificar los conceptos para mí misma. Terminé contando mi vida (algo resumida), y me di cuenta de lo cruciales que han sido estos dos últimos años. Es que no dejo de hablar de eso, por Dios!!!. Cuando hablo de mí, siempre empiezo diciendo: “es que los dos últimos años blah…”. Decido que esta es la última vez que utilizo esa frase… pero es que no puedo creer todo lo que me ha sucedido en los dos últimos años… Cómo puede cambiar todo tanto en tan poco tiempo? Qué vida tan distinta tengo y qué persona tan diferente soy… en todos sentidos. Tantos cambios me obligan a desapegarme del pasado, aún inmediato. Ahora busco dejar de especular sobre el futuro y ser indiferente ante el presente. Simple y puro equilibrio, el regocijo ante lo breve, la alegría de la soledad. Me la paso bromeando (de esa bromas que no me salen porque soy mala para bromear [todo el problema radica en mi cara de seriedad inmutable]) diciendo que no tengo amigos y todos me aconsejan que debería meterme a algún grupo de algo para conocer gente… qué deprimente… si me metiera a algún curso o grupo de cualquier cosa, más que para conocer gente sería para aprender algo que desconozco… yo no quiero ir detrás de la gente. Obvio las relaciones humanas van implícitas en cualquier actividad social que desempeñe, sea trabajo, estudio o cualquier cosa que involucre a alguien más… además de mí pues. Se que lo humano es lo que enseña, lo que sana, lo que llena, pero también se que hay momentos para todo y que es tal vez mi momento de soledad, de reflexión sobre mí misma… Y sí, creo que es cierto que podemos darnos cuenta de quienes somos a través del espejo de los demás, pero también intuyo que llevo demasiado tiempo viéndome a través de ojos que no son los míos, tratando de complacer corazones que no me pertenecen y alimentando egos que nada tienen que ver conmigo… así que tal vez estar sola no esté tan mal. Que a veces me gustaría tener más abrazos: sí, pero tal vez ya es hora de que yo misma me apapache un poco, y si hubiera alguien más que lo hiciera probablemente yo no lo haría. Finalmente todo en esté plano es cíclico, la mayor parte de mi vida he estado rodeada de hermosos seres humanos… y no tan hermosos también… qué son dos años de soledad contra una vida entera de compañía?
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