"La imitación engendra traidores. Cuando alguien quiere ser como otra persona en realidad lo que quiere es tener todo lo que rodea a esa otra persona. Su inteligencia, su cuerpo, su mundo, su éxito, sus bienes, su lugar en la vida, su puesto o lo que fuera.
La imitación tiene mucho de envidia y como ésta, no conduce a nada bueno. Podemos tratar de aprender de los demás, de su ejemplo, y hay muchos y hermosos ejemplos a seguir; pero de ahí a imitar a alguien hay un largo trecho.
Recuerda que tu eres único e irrepetible. Tu vida también lo es, tu trabajo, tu creatividad, y todo lo tuyo debe serlo.
Nos encontramos con montones de personas que deberían ser adultos por su edad, pero como han vivido toda su vida tratando de imitar a sus padres, se han quedado estancados en el tiempo de la infancia, arrastrando los traumas que otros tuvieron y que nada tienen que ver ahora. Tratan, ante sus problemas, de actuar como lo harían otros y no sólo no los resuelven, sino que los complican aún más dado que no se asumen como adultos, actúan de la forma en que lo hubieran hecho los otros perdiendo la oportunidad de ser ellos mismos y de aprender lo suyo."
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