Me gusta pensar que es la época de cosecha, que todo esto no es mas que efectos de mis causas. La risa fingida finalmente es real, involuntaria y estruendosa. Y reparto mis emociones entre alegría inmensa y agradecimiento profundo. Y surge un amor enorme dentro de mí por todo y por todos. Y una sonrisa enorme me hace doler las orejas. Y los olores son deliciosos, y los colores hermosos. Y se que todo es posible, que lo mejor es posible, que la perfección es posible, que los sueños son posibles, que ser feliz es posible. Se que tu y yo somos posibles de la forma que siempre soñamos, que nuestra felicidad es real y que es nuestro momento de vivirla. Y todo lo vi en las pinceladas anaranjadas de esa buena mañana, en el final de la crisis, cuando el cielo clareaba después de la oscuridad que se lo tragó todo. Qué hermoso es el incio, bienvenido el amanecer.
