The past is a foreign country. They do things differently there.

viernes, diciembre 26

La Princesa Quisquillosa de Macedonia

La bondad de la princesa Quisquillosa es bien conocida desde el viejo hasta el nuevo continente. Se dice que su corazón es tan grande que los pulmones y el hígado son de tamaño más bien reducido para caberle dentro, sutileza que la hace extremadamente sensible a las bebidas espiritosas. Apenas el licor cae en su copa real, la cabeza ya se le va a las nubes, uno de sus lugares favoritos, ya que ahí puede reírse a grandes carcajadas y verlas caer congeladas como copos de nieve vistiendo su reino de un blanco brillante que, a pesar de hacerlos tiritar, pinta una sonrisa en la cara de sus súbditos que va calentando el corazón de unos a otros.
Su gusto por la comida es bastante peculiar. Se hace traer, en un barco de tres mástiles, grandes ovillos de queso fresco desde un reino muy pero muy lejano (Las Indias, dicen los más entendidos), mismos que hace deshilachar por las damas más delicadas de la corte cada mañana para el desayuno. Por la tarde reúne a los más sobresalientes cocineros del palacio para que preparen grandes cantidades de una suculenta mezcolanza de chocolate y avellana que gusta de comer sola con pan de molde sin corteza.
Cada año hace reformas en su palacio ya que nunca está conforme. En la corte se le conoce como el Alcázar Inconcluso de Macedonia, que crece y decrece a voluntad de Quisquillosa según los ciclos lunares, que suelen repercutir lo justo en el temperamento tan delicado de la infanta de Macedonia.

Prometido a unha princesa galega

1 comentario:

Rbk dijo...

esa soy yo!!!!Gracias por verme así.Sí,creo que soy un poco peculiar!!Te adoro,lo sabes no?GRACIAS!!!