The past is a foreign country. They do things differently there.
viernes, febrero 27
What's the matter with you, people?
The Universe must be planning great things... that's the only explanation. Too much time now. Why do I keep following the same pattern? What's the matter with you? What's the matter with me?
lunes, febrero 2
No hay dinero mejor ganado
ni mas limpiamente recibido que el que se queda en una mesa después de retirar los platos. ¿Cómo un billete o unas monedas pueden provocar tantos sentimientos lindos? El dinero se vuelve una expresión de agradecimiento. Me parece el uso más noble que puede dársele al cambio, después de pagar la cuenta. Quiero dejar propina siempre, quiero hacer sentir lo mismo que siento yo, quiero formar parte de una cadena de agradecimiento mundial a toda la gente que pasa ocho horas cumpliendo hasta los caprichos más exiquisitos con tal de que el cliente se quede contento. Lo mejor de todo es que nunca he buscado la propina... de hecho soy bastante patosa, ja. "Ahí vas!" o "tenía que ser Andrea"... típicas frases en la mesa porque siempre tiro algo. Pues soy igual de torpe mesereando... se me caen los cubiertos, se me escurre el vino... hasta a los clientes les dan ganas de ayudarme, jejeje... y encima me dejan propina!!??. Cada vez que la riego, sólo sonrío y me disculpo... "oups! sorry, I'm so clumsy..." y a la gente le hace tanta gracia! Bueno, hasta ahora nadie me ha puesto mala cara. Creo que la clave está en simplemente ser, en ponerte al mismo nivel y tratar de hacer sentir cómoda a la gente. Obvio depende del tipo de lugar, y afortunadamente en donde estoy no es un restaurante tan formal como para limpiarle la boca al comensal con una servilleta de tela (bendito dios). Creo que todo el mundo debería meserear por lo menos una vez para comprender lo que significa "servir", para darse cuenta de lo que sucede del otro lado de la bandeja. Es tan enriquecedor.
El punto de todo esto es que encuentras lo que no buscas, llega el beneficio cuando estas volteando pa' otro lado y los detalles lindos aparecen de la nada cuando haces el bien sin mirar a quien... y se siente taaaan bien.
Un aplauso para la comunidad de bandeja en mano y un jip jip urra al que inventó la propina!
El punto de todo esto es que encuentras lo que no buscas, llega el beneficio cuando estas volteando pa' otro lado y los detalles lindos aparecen de la nada cuando haces el bien sin mirar a quien... y se siente taaaan bien.
Un aplauso para la comunidad de bandeja en mano y un jip jip urra al que inventó la propina!
domingo, febrero 1
Declaración de un caligrafista interrogado por el oficial del Kebiishi:
Era la mujer más hermosa que estos ancianos ojos han visto nunca. No sabría calcular con exactitud, pero yo diría que no más de veinte años, señor. La encontré dormida cerca de la montaña, en las rocas al sur del lago. Llevaba un kimono de seda fina con delicados diseños en todas las tonalidades del cielo.
¿Qué hacía yo en el lago? Bueno, buscaba materiales para mis tintas, señor. Me acerqué al lago para lavarme cuando vi sus largos cabellos salir de una roca, flotando serenamente en el agua. No, estaba sola. No había rastro de ningún hombre ni caballo, señor.
No había forma de llegar hasta donde estaba la mujer sin meterse al lago. A pesar del frío, me abrí paso entre los juncos y, con grandes esfuerzos, bien se ve que este cuerpo ya no está para salvar a nadie, logré llevar a la mujer hasta la orilla.
¿Qué si estaba armada, dice? [sonríe con ternura]. No. Bueno, llevaba una pequeña daga. Si, filosa, pero pequeña. Sólo podría haber hecho daño usándola con malicia, pero esas manos tan delicadas y de tan noble belleza no pudieron conocer nunca la maldad.
Con mucho cuidado la dejé en el suelo tapizado de hojas, guardé la daga en mi alforja para que nadie resultara accidentalmente herido, y fui en busca de mi caballo. Lo había dejado atado a un cedro cerca de la carretera. Al regresar, la mujer había desaparecido. Si señor, ¿qué haría un caligrafista, que sólo conoce el manejo del fude, con un arma así? Aquí la tiene.
Después de leer el cuento de Ryunosuke Akutagawa, nos fue asignado un personaje del que sólo sabíamos su ocupación, y la instrucción era escribir algo según el mismo estilo del cuento, que encajara en él pues.
¿Qué hacía yo en el lago? Bueno, buscaba materiales para mis tintas, señor. Me acerqué al lago para lavarme cuando vi sus largos cabellos salir de una roca, flotando serenamente en el agua. No, estaba sola. No había rastro de ningún hombre ni caballo, señor.
No había forma de llegar hasta donde estaba la mujer sin meterse al lago. A pesar del frío, me abrí paso entre los juncos y, con grandes esfuerzos, bien se ve que este cuerpo ya no está para salvar a nadie, logré llevar a la mujer hasta la orilla.
¿Qué si estaba armada, dice? [sonríe con ternura]. No. Bueno, llevaba una pequeña daga. Si, filosa, pero pequeña. Sólo podría haber hecho daño usándola con malicia, pero esas manos tan delicadas y de tan noble belleza no pudieron conocer nunca la maldad.
Con mucho cuidado la dejé en el suelo tapizado de hojas, guardé la daga en mi alforja para que nadie resultara accidentalmente herido, y fui en busca de mi caballo. Lo había dejado atado a un cedro cerca de la carretera. Al regresar, la mujer había desaparecido. Si señor, ¿qué haría un caligrafista, que sólo conoce el manejo del fude, con un arma así? Aquí la tiene.
Después de leer el cuento de Ryunosuke Akutagawa, nos fue asignado un personaje del que sólo sabíamos su ocupación, y la instrucción era escribir algo según el mismo estilo del cuento, que encajara en él pues.
Corn flakes del gallo (no tiene nada que ver el título, pero quería ponerlo [amo los corn flakes del gallo, los mejores, los originales])
Dios mío!!! Por más que lo intento, no logro encontrar un momento para escribir en este blog. Quisiera postear algo todos los días, pero de verdad que no más no le hallo cómo.
Después de la decisión tomada por el intento de tsunami, me encuentro finalmente trabajando de nuevo, ahora en un lugar del Raval que se llama Dos Trece. Un restaurante-bar bien chido de unos paisanos pochos de Los Angeles. He andado en chinga, pero el ambiente está muy bien y toda la gente que trabaja ahí es linda linda… bueno, no faltará quien saque el cobre en algún momento… el chiste es que por ahora todo es miel sobre hojuelas, prácticamente… de no ser por que mis manos y pies vuelven a estar deshechos, je. Pero bueno, se que es un escalón más en esta subida a los pisos superiores y yo sólo voy disfrutando de la vista mientras asciendo.
Ya estoy en mi segundo curso de catalán. Por supuesto que no hablo nada, je… pero lo entiendo bastante y lo leo bien. También me metí a un taller de escritura creativa. La dinámica es como sigue: leemos un texto y para la siguiente clase todos escribimos algo en el mismo estilo o con base en lo leído, y nos criticamos (constructivamente) los unos a los otros. Parece mentira lo mucho que puede aprenderse si mantienes las orejas bien abiertas y las defensas abajo (que no busques defenderte o justificarte pues). En el siguiente post, podré lo primero que escribí (ya corregido). Es un escrito basado en un cuento de Ryunosuke Akutagawa, “El Bosque”.
Creo que hoy no tengo metáforas ni frases profundas y rebuscadas… hoy sólo estoy cansada y pase a saludar antes de irme a dormir. Estoy contenta, llevo todo el mes así. Un buen presagio para el dosmil nueve.
Después de la decisión tomada por el intento de tsunami, me encuentro finalmente trabajando de nuevo, ahora en un lugar del Raval que se llama Dos Trece. Un restaurante-bar bien chido de unos paisanos pochos de Los Angeles. He andado en chinga, pero el ambiente está muy bien y toda la gente que trabaja ahí es linda linda… bueno, no faltará quien saque el cobre en algún momento… el chiste es que por ahora todo es miel sobre hojuelas, prácticamente… de no ser por que mis manos y pies vuelven a estar deshechos, je. Pero bueno, se que es un escalón más en esta subida a los pisos superiores y yo sólo voy disfrutando de la vista mientras asciendo.
Ya estoy en mi segundo curso de catalán. Por supuesto que no hablo nada, je… pero lo entiendo bastante y lo leo bien. También me metí a un taller de escritura creativa. La dinámica es como sigue: leemos un texto y para la siguiente clase todos escribimos algo en el mismo estilo o con base en lo leído, y nos criticamos (constructivamente) los unos a los otros. Parece mentira lo mucho que puede aprenderse si mantienes las orejas bien abiertas y las defensas abajo (que no busques defenderte o justificarte pues). En el siguiente post, podré lo primero que escribí (ya corregido). Es un escrito basado en un cuento de Ryunosuke Akutagawa, “El Bosque”.
Creo que hoy no tengo metáforas ni frases profundas y rebuscadas… hoy sólo estoy cansada y pase a saludar antes de irme a dormir. Estoy contenta, llevo todo el mes así. Un buen presagio para el dosmil nueve.
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