El verano vuelve un poco tonta a la gente, sobre todo en áreas cercanas al mar. La intensidad de las radiaciones solares, la humedad pegajosa o la aspiración por vía nasal de pequeñas partículas marinas (o bien, arena), son algunos de los elementos que se sospechan responsables.
La playa por fin comenzaba a ser transitable a eso de las nueve de la tarde. Y eso que es lunes. Se hubiera quedado disfrutando la holgura, pero el frío del atardecer la sacó de la playa y la invitó amablemente a contribuir a la transitabilidad de la misma. Caminó hacia su moto entre la marabunta de turistas que, indecisos, caminaban de un lado a otro, tratando de elegir el mejor chiringuito para tomar un cóctel con vistas al mar. ‘Turistas atontados’, pensó. ‘Demasiadas radiaciones solares’.
Había dejado la moto estacionada un poco lejos porque no había encontrado lugar. Y es que la playa, en cuanto el verano avisa que ya viene, se atasca hasta los bordes. Se tomó su tiempo. Guardó sus cosas súper relajada. ‘De verdad que la gente está mal. Deberían tomarse las cosas con más calma. La playa no se va a acabar’. Encendió la moto, cedió el paso a los peatones y se acercó al borde de la acera. No dejaban de pasar coches. Dejó fluir el río pacientemente, con la confianza de que el momento para pasar llegaría. Mientras tanto, contempló las nubes. ‘¡Qué imagen más bonita! El cielo azul profundo con nubes en tonalidades rosas y anaranjadas. Es un regalo poder QUÉ HIJO DE PUTA!’. Un tipo en un convertible deportivo va y se estaciona, con todo el morro, en el lugar reservado para discapacitados. ‘Pfff. Por eso estamos así. Seguro que es uno de esos en middle life crisis que se compra un convertible para ligar chavitas. De verdad que la gente...’. Finalmente consiguió salir del parking. Al pasar junto al convertible, que terminaba en ese momento la maniobra, le lanzó su mirada más condenadora (a penas visible a través del casco, por supuesto). ‘Te perdono por este error, simple humano inconsciente OH!... PERO...’. Un joven, que se adivinaba con movilidad reducida desde donde podía verlo, iba al volante del convertible ¡del middle life crisis man! O_o
Una más de “la gente”, una simple humana inconsciente a la que ya han afectado las radiaciones solares del recién llegado verano. ‘De verdad que estamos mal...’, aceleró riendo.